Cada país tiene sus propias particularidades. Ya sean idiomáticas, culturales o sociales, existen varias diferencias entre la cultura de los países de habla hispana y Alemania. Si decides visitar Alemania o vivir entre alemanes, habrá una serie de situaciones que te irán a sorprender.
1. Te sobran los zapatos
Lo conocemos de las películas o series japonesas, pero también es algo frecuente en Alemania: que te pidan que te quites los zapatos antes de entrar a una casa. En la mayoría de viviendas, las personas suelen dejar sus zapatos cerca a la puerta por razones bastante prácticas. En un cajón, un mueble o simplemente en el suelo junto a los demás zapatos. La idea es mantener el piso más limpio.
2. Calles desiertas
A menos que estés en el centro de una ciudad grande, te llamará a atención cuán vacias están las calles en comparación con las de los barrios latinoamericanos o españoles. La densidad poblacional es bastante baja, las personas mayores prefieren quedarse en casa o viajar, y los jóvenes suelen reunirse en bares, clubes o centros deportivos, pero rara vez en las calles de barrio.
3. Domingo fantasma
Como si el anterior punto fuera poco, se suma el fenómeno del «domingo fantasma». El domingo es para descanzar, todo el mundo desaparece porque las tiendas y la gran mayoría de los centros comerciales cierran. Así que si tienes que hacer compras el fin de semana, no dejes pasar el sábado. El domingo será muy difícil encontrar un lugar abierto, aparte de uno que otro restaurante o quiosco.
4. Ni todos para uno, ni uno para todos… por lo menos en el café
Cuando te invitan a tomar una cerveza o un café, lo normal es que cada uno pague lo suyo. O si un grupo de amigos sale a comer, es muy común que el camarero tenga que hacer la cuenta individualmente.
He conocido chicas de fuera que se sorprenden al darse cuenta que, al momento de salir, su cita alemana sólo ha pagado su propia cuenta. No es cuestión de amabilidad o frialdad, simplemente costumbres diferentes.
5. Beber en el metro
En varios países latinoamericanos o en algunas ciudades de España está prohibido consumir alcohol en la calle. Ni hablar del transporte público. Pues bien, en Alemania no hay una ley que prohíba beber en la calle. No es raro ver a un grupo de personas tomándose un par de cervezas el fin de semana en el metro, o caminando con su bebida por el centro de la ciudad.
6. ¿Basura en la calle?
Las personas beben en la calle, pero no verás una sola botella o lata por el suelo. Eso se debe a dos factores: la ecología de la cultura alemana y el sistema de retorno de materiales reciclables. Si compras alguna bebida te cobrarán por el envase, el así llamado «Pfand«.
Así que vale la pena devolverlas: las botellas de plástico y las latas, por ejemplo, tienen un valor de 25 centavos de euro. Nada mal, ¿no? Si la dejas en la calle, ya habrá quien se la lleve.
7. Control de boleto
Te subes al metro y nadie te controla. No hay una máquina que te pida el boleto o que te impida el paso, una persona dentro revisando, nada. Incluso en algunos buses te subes como si nada. La cultura urbana ha hecho viable dar por hecho que todos han comprado su boleto. Es un pacto de confianza que lleva décadas funcionado perfectamente.
Claro, hay controles inesperados, y si eres descubierto sin un boleto válido tendrás que pagar una multa bastante alta. Así que es mejor no correr riesgos.
8. Tome asiento, por favor
En Alemania también los hombres «orinan sentados». Es un gesto de amabilidad para con las mujeres, además de que es mucho más fácil y práctico tomar asiento por unos segundos que tener que limpiar cada vez salpicamos desde las alturas. Así que tenlo en cuenta.
Claro, no aplica para bares o lugares públicos.
9. Un supermercado de sólo cerveza
Vale, no es de sólo cerveza, sino de bebidas en general. El Getränkemarkt. Pero eso no cambia el hecho de que verás secciones enteras del líquido dorado, de todas las marcas y tipos que puedas imaginar. No en vano la cerveza alemana es una de las mejores del mundo. Y como si fuera poco, muchas veces es más barata que el agua.
10. Al trabajo en bicicleta
Lo verás con frecuencia: las personas van a todo lugar en bicicleta. Las distancias no son muy largas y la infraestructura para ciclistas es un paraíso. Conozco doctores y abogados que van y vuelven de bici del trabajo.
Las personas que van de coche son muy cuidadosas y pacientes.
Si te gusto este artículo, danos un like en Facebook.